Polonia, ubicada en Europa Central, ha llamado la atención por ser un destino seguro, rico cultural e históricamente, además de ser más accesible (su moneda es el zloty, no el euro) y con variadas actividades para realizar, así como diferentes bellezas naturales.
El idioma oficial es el polaco, y el pueblo polaco es muy elogiado por su hospitalidad y amabilidad, lo que hace que el destino de los viajeros sea aún más agradable.
Pocas personas en el mundo son capaces de combinar cocina, historia y cultura tan bien como los polacos.
¡Así que vale la pena ver lo que tiene de especial Polonia! ¿Vamos allá?
Zacopane es una ciudad hermosa, con encantadores chalets de madera, para quienes disfrutan de momentos en medio de la naturaleza.
Su ubicación es impresionante, ya que se encuentra en las magníficas montañas Tatra, lugar perfecto para practicar deportes de invierno como el snowboard o el esquí.
En las estaciones más calurosas, se puede hacer senderismo, escalar, acampar y observar la naturaleza.
Uno de los aspectos más destacados es Moeskie Oko, un espléndido lago de montaña, que es un vistazo para los ojos.
Cracovia es reconocida como la capital cultural del país.
Con su centro histórico súper conservado, es muy agradable perderse por las pequeñas calles y explorar cada detalle de esta interesante ciudad.
A su llegada a Stare Miasto, explore lugares de interés como la Basílica de Santa María, la Puerta de San Florián, la Barbacana, la Torre del Ayuntamiento, el Castillo de Wawel y la Plaza del Mercado Principal ( Rynek Glówny).
Y para conectarte con la naturaleza, visita el Parque Nacional Ojców. Maravíllate con sus acantilados de piedra caliza y su castillo medieval en Pieskowa Skala, un excelente ejemplo de la arquitectura renacentista polaca.
Finalmente, visite el Museo y Memorial de Auschwitz, que es un momento único para reflexionar y conocer un poco más sobre la tragedia vivida allí.
Con habitantes súper amables y amigables, Gdansk cuenta con más de 100 años de historia, hermosas playas, museos y su deliciosa cocina.
En toda la ciudad puedes presenciar impresionantes monumentos y arquitectura, un hermoso regalo para los amantes de la arquitectura.
Uno de los lugares favoritos es el Długie Pobrzeże (largo paseo marítimo), con sus tiendas y talleres, así como excelentes restaurantes.
Muy cerca de Gdasnk se encuentra Sopot, un spa, ideal para los amantes de la diversión.
Varsovia es la hermosa capital de Polonia, colorida, muy limpia y llena de historia.
Declarado Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad por la Unesco, su centro histórico impresiona por la riqueza de detalles e información.
Aventúrese por el casco antiguo, que fue construido alrededor del siglo XIV, vea el monumento a Segismundo II Vasa y el Castillo Real, las iglesias de San Juan, Santa Ana y Santa Cruz, así como la Plaza del Mercado.
También hay algunos museos importantes que guardan el recuerdo de todo lo que esta ciudad y sus habitantes han vivido, como el Levantamiento de Varsovia y el Gueto Judío.
Lublin es otra ciudad que nos presenta el contraste de lo antiguo y lo actual.
Lleno de iglesias magníficas y bellamente decoradas (Polonia es un país muy católico), habrá muchas opciones para apreciar esta arquitectura religiosa específica.
El Castillo de Lublin, que se encuentra en el Casco Antiguo, es uno de los edificios más importantes de Lublin, además de ser un castillo de la época medieval, alberga una capilla y un museo en su interior.